"Todo esto tiene algo de irracional. Hasta la propia Iglesia admite que la resurrección es algo poético, telúrico: nadie saldrá bailando el rigodón. Una vez que uno casca, lo primero es firmar un documentito -dentro de la miseria del ser humano- para aprovechar todo lo posible para trasplantes; lo segundo la incineración, porque el terreno está muy caro; y que la gente haga como los mejicanos y descorche un buen vino y cante ‘Ya se murió el burro’. ¿Qué decía nuestra literatura? 'El muerto al hoyo y el vivo al bollo'. A mí no me molestan los muertos. Todo eso es fetichismo. Qué coño, el recuerdo está en el corazón."
-Pablo Castellano. Abogado, político y sindicalista español.
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